El dolor orofacial afecta aproximadamente al 6% de la población adulta, y es el resultado de un impulso doloroso causado por lesiones en la boca y la cara. Su tratamiento es a menudo complejo ya que los nervios responsables de recoger la sensibilidad orofacial están intrincadamente organizados.

Aunque suele ser tratado por el odontólogo, en situaciones especiales el dolor orofacial requiere un tratamiento multidisciplinar (traumatólogo, dentista, fisioterapeuta y psicólogo), que incluya técnicas propias de cada especialidad para ayudar a los pacientes a recuperar su funcionalidad y disfrutar de una mejor calidad de vida en el tratamiento del dolor.